Hoy vamos a hablar un poquito sobre nuestra experiencia con los aromas sintéticos.
Para empezar, cualquier parecido del aroma con el nombre es pura coincidencia. Cuesta muchísimo encontrar un aroma a fresa o lila que realmente huela a eso (algunos habrá, seguro, pero todavía estoy buscando), lo que no quiere decir que huelan mal. El de chocolate por ejemplo es estupendo y sí que huele a chocolate.
Bueno, pues una vez animados utilizar aromas sintéticos hay que tener en cuenta que aceleran la traza, hay veces que incluso puede llegar a cortarse el jabón y hay que refundir, pero eso es otra historia que comentaremos algún día. Así que si os animáis tened en cuenta que hay que parar de batir mucho antes.
En la imagen he puesto una foto de nuestros jabones psicodélicos, la idea era hacerlos blancos con dibujillos rojos y azules, con aroma a fresa, pero una vez que echamos el aroma... ¡tachán! El jabón cuajó demasiado rápido y aunque pensábamos que daría tiempo a mezclar los colores y hacer dibujos es obvio que no fue así.
Bueno, como se suele decir: ¡Quién no se equivoca no aprende! y además conseguimos unos jabones tridimensionales muy fotogénicos.