jueves, 1 de julio de 2010

La importancia de la temperatura


Cuando empezamos con nuestros primeros jabones notamos que quedaban con una ligera capita de sal en la superficie. En un primer momento pensamos que el problema era que la sosa no era pura así que cambiamos de marca y... ¡Oh sorpresa! seguía pasando lo mismo.


Después de un tiempo de experimentos fallidos nos dimos cuenta de que el problema es que no dejábamos enfríar la lejía antes de añadir el aceite.


Cuando se juntan el agua y la sosa la mezcla aumenta mucho de temperatura, hay que dejar que vuelva a temperatura ambiente y luego añadir las grasas.


En la foto he puesto un ejemplo, de todas formas quedaron monos y muy muy hidratantes.

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