Un bosquecito

Con motivo de las fiestas navideñas y ya que estuvimos muchos años viviendo en Pino de Bureba (Burgos) hemos decidido hacer unos jaboncitos con forma de pino, o como diría Julián, de abetos.

Para la forma utilizamos un cortapastas con forma de abeto. Para el color mezclamos tinte amarillo con azul ultramar. En la foto no se aprecia bien pero han quedado con un color pistacho de lo más mono (seguro que no lo volvemos a conseguir).

Son muy sencillos, llevan aceite de oliva, de coco, de almendra dulce y para el aroma aceite esencial de eucalipto.

Esperamos que os gusten, mientras tanto...

¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

Figuritas de pan para el Belén

Como a mis hijas les gusta jugar con el Belén, se nos ha ocurrido fabricar en casa algunas figuras con masa de pan para utilizarlas como “decoración” de algunas escenas, básicamente unos puestos de mercado que nos han quedado bastante bonitos.


Aquí tenéis el resultado de estas figuritas de panes, quesos, calabazas, zanahorias, peras y manzanas. Las hemos fabricado con masa de pan bien amasada con los dedos (se puede humedecer con un poco de agua para trabajarla mejor), pintura acrílica, dióxido de titanio para generar el color blanco (lo utilizamos también para los jabones) y algunas ramitas y hojas.

Las zanahorias llevan hojas de ciprés y para las manzanas y peras hemos utilizado brotes de boj. En la foto hemos puesto una moneda de un céntimo de euro para que os hagáis una idea del tamaño.

En esta foto podéis ver cómo quedan integradas en los puestos del mercado, que hemos completado con cestos de mimbre y jarras compradas en el mercadillo del Parque de Málaga.

Para más información os diré que desde el año pasado estamos montando el Belén con figuras de Landi-Moranduzzo, unos artesanos italianos que fabrican figuras de resina de muy buena calidad, pintadas a mano. Son "menos artesanas" que las de barro, pero son irrompibles, con lo que las niñas disfrutan mucho jugando, y yo no me preocupo de que las puedan romper.

¡Feliz Navidad!

Fresa, fresita, fresa

Estos jaboncitos los hicimos hace unos meses, son muy sencillos, oliva, coco y almendras.

El aroma es sintético, de fresa, de ahí que trazaran muy rápido y quedaran con los dibujos tridimensionales.

¡Estrenando moldes!

El otro día le regalé a Sagra unos moldes con forma de flor y como era de suponer no pudimos esperar para utilizarlos. No han sido nuestros mejores jabones pero no he podido evitar ponerlos en el blog ¡Algún día ganaremos la batalla a las pompitas!

Un consejo, es mucho mejor engrasar un poquito el molde (con aceite Jhonson o con Nivea), se despegan mejor y además brillan más.

Utilizamos la siguiente receta:

- 300 gr de aceite de oliva

- 50 gr de aceite de coco
- 60 gr de manteca de karité
- 30 gr de aceite de almendras
- 56 gr de sosa
- 146 gr de agua

El invierno

Y digan lo que digan ya ha llegado el crudo invierno. A subir al trastero la ropita de otoño y bajar los jerseys de lana, el edredón gordo y los pijamas de franela.

Ahora con los días tan cortos no da tiempo a nada, el trabajo, la escuela, el gimnasio... y a dormir. Salgo de casa de noche y vuelvo también de noche ¡qué triste!

Últimamente ni hacemos jabón, así que os voy a poner este que hicimos Sagra y yo en verano y que tiene un aire muy invernal ¿o no?

Es todo un clásico en nuestro taller jabonero, solo aceite de oliva, coco y almendra y para aromatizar eucalipto.

Cuidado con los aromas sintéticos

Hoy vamos a hablar un poquito sobre nuestra experiencia con los aromas sintéticos.

Para empezar, cualquier parecido del aroma con el nombre es pura coincidencia. Cuesta muchísimo encontrar un aroma a fresa o lila que realmente huela a eso (algunos habrá, seguro, pero todavía estoy buscando), lo que no quiere decir que huelan mal. El de chocolate por ejemplo es estupendo y sí que huele a chocolate.

Bueno, pues una vez animados utilizar aromas sintéticos hay que tener en cuenta que aceleran la traza, hay veces que incluso puede llegar a cortarse el jabón y hay que refundir, pero eso es otra historia que comentaremos algún día. Así que si os animáis tened en cuenta que hay que parar de batir mucho antes.

En la imagen he puesto una foto de nuestros jabones psicodélicos, la idea era hacerlos blancos con dibujillos rojos y azules, con aroma a fresa, pero una vez que echamos el aroma... ¡tachán! El jabón cuajó demasiado rápido y aunque pensábamos que daría tiempo a mezclar los colores y hacer dibujos es obvio que no fue así.

Bueno, como se suele decir: ¡Quién no se equivoca no aprende! y además conseguimos unos jabones tridimensionales muy fotogénicos.

¿jabones cebra?

Estos jabones los hicimos al principio del verano. La idea era hacerlos blancos y negros, en plan cebra pero me olvidé el tinte negro así que nos apañamos con lo que teníamos.

Utilizamos como molde un paquete de galletas príncipe y el efecto lo conseguimos con la técnica del embudo.

La receta que utilizamos fue la siguiente:

- 300 gr de aceite de oliva

- 80 gr de aceite de coco

- 50 gr de aceite de avellana

- 20 gr de ácido esteárico

- 60 gr de sosa

- 125 gr de agua

Cuando alcanzó la traza separamos la mitad y añadimos en una parte tinte amarillo diluído en 2 ml de agua y en la otra dióxido de titanio diluído en otros 2ml de agua. Para el aroma utilizamos aceite esencial de lemongrass.

¡Una de chocolate!

Llevaba tiempo rondándome por la cabeza la idea de hacer jabones de chocolate así que si no los hago reviento.

Esta es la fórmula que he utilizado:

300 gr de aceite de oliva
40 gr de aceite de coco
30 gr de manteca de cacao
30 gr de aceite de almendra dulce
52 gr de sosa
133 gr de agua

Una vez conseguida la traza separamos la mitad de la mezcla, deshicimos 2 tomas de chocolate amargo (al menos un 70% de cacao) y lo añadimos a una de las partes. Os recomiendo utilizar solo una toma en lugar de dos pues quedaron muy oscuros y esta parte hace menos espuma.

Para el dibujo utilizamos la técnica del estallido (de forma involuntaria). Consiste en echar al molde una parte de la mezcla y cuando se va a añadir el resto dejar resbalar el recipiente y que caiga encima, se mancha todo pero lo que nos pudimos reir. Al final no quedaron mal.

Le añadimos en la traza aroma de chocolate y huelen de maravilla.

Y qué decir de la sosa

Después de unos cuantos experimentos con jabones solo de aceite de oliva nos animamos a introducir más grasas.

Por todos es sabido que el aceite de coco hace que los jabones hagan más espumitas, así que dicho y hecho, compramos aceite de coco y ¡a jabonear!

Pues bueno, una experiencia desastrosa. La mezcla trazó superrápido y quedaros feos, feos, feísimos.

En el siguiente experimento ya controlamos lo de la traza pero no terminaban de endurecerse, así que en los siguientes añadimos ácido esteárico para que quedara más duro y otra vez jabones blandos.

Probamos a echar menos agua en la mezcla y mejoró la cosa pero solo sutilmente.

Hasta que por fin descubrimos que el problema no venía del aceite de coco sino de la sosa. Volvimos a la marca de siempre et voilà! duros como cuernos.

La importancia de la temperatura

Cuando empezamos con nuestros primeros jabones notamos que quedaban con una ligera capita de sal en la superficie. En un primer momento pensamos que el problema era que la sosa no era pura así que cambiamos de marca y... ¡Oh sorpresa! seguía pasando lo mismo.

Después de un tiempo de experimentos fallidos nos dimos cuenta de que el problema es que no dejábamos enfríar la lejía antes de añadir el aceite.

Cuando se juntan el agua y la sosa la mezcla aumenta mucho de temperatura, hay que dejar que vuelva a temperatura ambiente y luego añadir las grasas.

En la foto he puesto un ejemplo, de todas formas quedaron monos y muy muy hidratantes.

Nuestros comienzos jaboneros

Vamos a estrenar este blog con el primer jabón que hicimos hace ya mucho tiempo.

Es el más fácil de hacer, con aceite usado, sosa y agua. Limpia de maravilla y además hacemos un favor al medio ambiente porque un litro de aceite contamina muchíííísimos litros de agua.

Nosotras lo rallamos para poder utilizarlo en la lavadora.

Ingredientes:

- 1 litro de aceite usado

- 134 gramos de sosa

- 344 gramos de agua