Marmolados a cuchara

Después del fiasco con los tintes en el último jabón hemos vuelto a intentarlo y de paso probar los marmolados a cuchara.

Hicimos una receta nueva, con aceite de almendra, aguacate, oliva y coco, también hemos utilizado por primera vez vitamina E.

Para el color utilizamos los clásicos en polvo, negro y dióxido de titanio pero esta vez echamos una cantidad ingente de tinte negro, como estamos en verano no importa si destiñen y nos dejan la piel negra ¡siempre podemos decir que ha sido el sol!

¿Y qué dibujillo les hacemos? pues decidimos probar una técnica nueva: los marmolados a cuchara. Es superdivertido.

Si queréis ver cómo se hace este es un enlace al blog de Kafée (marbrage à la cuillère): http://soapsession.com/blog/2011/04/06/the-spoon-swirl-ou-le-marbrage-a-la-cuillere/

¡A disfrutar jaboneando!

Hoy solo oliva

Tenía ganas de volver a hacer jabones como los de los comienzos, solo con aceite de oliva, y de paso probar con el tinte negro.

Repetimos una técnica clásica, la del embudo, y como molde un paquete de galletas príncipe.

No han sido nuestros mejores jabones, fallo en los tintes, ni el negro es negro ni el blanco es blanco.

Próxima cita: repetir jabones negros y blancos y esta vez echando tinte a lo bruto.

Jabones con virutas de colores

Otros jabones que hice pensando en gastar recortes.

Con estos tampoco conseguí un buen resultado, su aspecto no es muy bonito aunque a mí me gustan, quizá es porque me he acostumbrado a verlos. No os voy a decir cual es la opinión de Maleni pues creo que ya la sabeis.

Quería hacer unos jabones blancos con virutas pero para hacerlos cogí el aceite de oliva fuerte, aunque el color de éste aceite era de un verde muy intenso, en ese momento no le dí importancia, pero cuando añadí el tinte blanco es como si no le hubiera echado nada y es por esto que su color base quedó amarillo verdoso.

A partir de estos jabones decidí que solo iba a utilizar el aceite de oliva suave para todos los jabones de colores diferentes al verde o amarillo.

Jabones con virutas de colores con forma de corazón

Estos son unos jabones que hice con recortes de otros jabones.

Como podeis ver son un poco tristes, a Maleni le parecen horribles y reconozco que tiene un poquito de razón, su apariencia no es bonita pero yo los estoy usando y me van de maravilla.

Quería hacer jabones con virutas pero en forma de corazón, me gustan los jabones con esta forma y también su tamaño. Volveré a hacerlos ¡pero espero que nos queden más alegres! sino no me va a dar tiempo a gastar tantos jabones.

De vuelta al blog

Hacía ya tiempo que no publicábamos nada en el blog pero ya hemos vuelto.

La verdad es que junio ha sido un mes ajetreado y de un calor brutal por aquí abajo y para colmo los pocos jabones que hemos hecho han sido auténticos desastres que mejor ni ver ni contar, estos de la foto son los menos malos.

Los jabones que hacíamos usando el tinte en polvo amarillo desteñían un poco así que nos animamos a comprar tintes líquidos y los probamos en este jabón. Como se ve en la foto quedaron 'raritos', sobre todo la parte blanca que ni quedó blanca ni nada, está como medio transparente y con diferente textura que el resto a pesar de utilizar la misma mezcla ¡Nos quedamos a bolillos!

Esto de los jabones sigue teniendo sus partes misteriosas... pero bueno, nunca se acuesta uno sin aprender nada nuevo y, claro está, volvemos al dióxido de titanio que funciona estupendamente.

Y ahora con majuelos

Visto el éxito que tuvieron los jabones de rosa mosqueta decidimos hacer algo parecido otra vez así que recurrimos a los recolectores, y en una excursión a la Sierra de las Nieves (Ronda) bajo la lluvia, Sagrario y Julián cogieron unos frutillos, pero como no había escaramujos recogieron majuelos.

Pusimos los majuelos en aceite de oliva, lo trituramos todo con la batidora y a esperar.

Pasados 40 días, por los menos, nos pusimos manos al jabón.

Esta vez en lugar de dejar escurrir el aceite decidimos pasarlo por el pasapurés, por cierto, no fue una buena idea porque los majuelos tienen una pita muy dura, así que después de pelearnos con la mezcla obtuvimos el deseado aceite macerado.

Como receta utilizamos la misma que para los jabones de rosa mosqueta y para aromatizar utilizamos aceite esencial de palo rosa.

Jabón de lavanda

¡Me encantan estos jabones! Los hicimos utilizando la técnica del embudo, antes de cortarlos no tenían muy buena pinta y la espera nos estuvo consumiendo hasta que los cortamos. Los aromatizamos con lavanda, así que además huelen genial.

Jabón de lilas

Este jaboncillo huele a lilas, lo hicimos con recortes. Primero hicimos jabones de lilas de color violeta, reservamos una parte y una vez curado lo cortamos en trocitos. Después lo añadimos a la traza de un nuevo jabón que aromatizamos también con lilas.

Huelen muy bien y son muy bonitos aunque no se aprecia bien el corte pues los hicimos en moldes de pastelitos...

Margaritas rosas

Como ya os he comentado, tuve un par de semanas en las que solo pensaba en producir, no podía esperar al fín de semana para jabonear con Maleni. Pues bien, en uno de esos días hice estas margaritas de color rosa con aroma a rosas.
En un principio no tenían ningún misterio pues los iba a hacer como siempre, con aceite de oliva y un poquito de coco, ya sabeis que son los que más me gustan.
Necesitaba que se secaran pronto pues al día siguiente quería volver a utilizar el molde para hacer otras margaritas con el mismo aroma y en color blanco para poder combinarlas en la misma caja para regalo.
Las ventajas de vivir en Málaga es que hace un tiempo extraordinario casi todo el año así que decidí aprovecharme de él y las puse al sol para que se secaran antes. Pues bien, no fue eso lo que ocurrió, ¡No os podéis imaginar el susto que me dí, cuando al coger el molde ví que la masa de los jabones se había fundido completamente!, en lugar de endurecerse lo que había hecho era fundirse. Lo metí rápidamente en casa y esperé ansiosa y nerviosa los resultados de mi feliz idea.
Todo quedó en un susto pues solidificó bien.

Como podéis ver en la fotografía, los jabones han quedado más brillantes, es decir, normalmente son mates y opacos. Que sepáis que ese color rosa brillante no lo vais a volver a ver en nuestros jabones, ¡al menos de momento!.
Os pongo una fotografía para que veáis la diferencia de estos jabones con los hechos con la misma fórmula pero sin los efectos del calor del sol.

Espero que os gusten.

¡Hasta pronto!

Caja para jabones pequeños

Esta es la caja que hemos pensado que quedaría mejor para los jabones pequeños. Es facil de hacer y solo se necesitan dos cartulinas de tamaño A4, un lápiz, una regla y una tijera. Eso sí, otra cosa que se necesita es tiempo.

Explicaros como se hace sería un poco complicado pero si realmente estais interesados en hacer una, ya sabeis que todo se puede encontrar en internet!!!!.

Besitos y... ¡hasta pronto!

Margaritas con aroma a Lavanda

Aunque en la foto parecen blancos, son de color hielo, es decir, azul muy clarito. Los queríamos hacer celestes pero intentando no pasarnos de tono nos quedamos un poco cortas, de todas formas han quedado muy bonitos.

Estos jabones los hicimos pensando en hacer jabones para regalar y combinarlos en diferentes colores. En la próxima entrada os mostraré una cajita para cuatro de éstos.

Están hechos principalmente con aceite de oliva y un poco de aceite de coco para que hagan más espuma. Su aroma es Lavanda, muy agradable en jabones.



De esta misma receta y color, hemos hecho otros más grandes para poder usarlos diariamente, en forma de copos de nieve.

Ya sabeis que seguimos fabricando jabones e intentando mejorar para poder ofreceros lo mejor.

¡Espero que os gusten!

Flores amarillas

El amarillo es un color brillante y alegre.

Es el color del verano y del sol y dicen que cuando se está triste o se añora el verano, la presencia de flores de este color puede ayudar a levantar el ánimo. Así que… ¡a animarnos se ha dicho!

Estas florecillas llevan aceite de oliva, de coco y de almendra y para aromatizar utilizamos aroma de mandarina, de limón y aceite esencial de vetiver.

Y así quedaron envueltas para regalo:

Hoy quiero colorines

Siempre que hacemos jabones con formas o cuando recortamos laterales para que queden bonitos guardamos los sobrantes para darles alguna utilidad más adelante, pero últimamente la cantidad de recortes estaba aumentando de forma exponencial así que había que darles salida y rápido.

Cogimos cachitos de varios colores y a rallar. En esto te tiras un rato bueno y puedes llegar a perder las huellas dactilares (doy fe de ello), pero no pasa nada, vuelven a salir.

Cuanto tuvimos bastante cantidad, unos 280 ó 300 gramos pasamos a la acción... Utilizamos una receta básica, solo aceite de oliva y coco, cuando alcanzó la traza añadimos el tinte (dióxido de titanio) para que quedara bien blanquito y destacaran los colores. Después añadimos el aceite esencial de litsea cubeba y finalmente todas las ralladuras, lo mezclamos bien para que se distribuya homogéneamente, et voilà! el resultado quedó muy bien, a mis sobrinas les ha gustado un montón.

Lo siguiente será practicar jabones con incrustaciones, pero eso será otra historia.

Rosas Blancas

¿Será que echo de menos el frío invierno y la nieve o simplemente que el blanco es símbolo de limpieza? ¡Qué más da! La cuestión es que el blanco es el color que mejor le va al jabón.

Hicimos estas florecitas con unos moldes de repostería en forma de rosa, para las blancas usamos dióxido de titanio y para las de color rosa añadimos una pizquita de rojo, tan pizquita que quedaron de un rosa tan sutil que apenas se diferencia del blanco...

Para aromatizar usamos aceite esencial de palo rosa que tiene un olor estupendo con un toque de madera que me encanta.

Firulillos bicolor

¡¡ Huy!! Últimamente no estamos experimentando nuevas recetas pero tenemos un montón en mente (ya tengo ganas de ponerme manos al jabón)... así que para compensar vamos a poner este experimento con firulillos de dos colores que hicimos hace un tiempo y que aunque en la foto no se aprecian bien realmente son de dos colores.

Volcamos prácticamente toda la mezcla en el molde y dejamos reservada un poco en dos cuenquitos, en uno utilizamos tinte amarillo y en otro violeta, como se puede observar se nos fue la mano con el amarillo y nos quedamos cortas con el violeta. Una vez añadidos los tintes los añadimos al molde e hicimos los firulillos con un palito. Todavía no le hemos cogido bien el tranquillo a esto pero iremos prosperando.

Para aromatizar utilizamos aceite esencial de lemongrass y huelen de maravilla.

Experimentando con rosa mosqueta

Hace ya tiempo, en una excursión al campo, vimos frutos de rosa mosqueta (escaramujos, o como los llamábamos de pequeñas: tapaculos). Todos hemos oído hablar de las superpropiedades del aceite de rosa mosqueta pero también es sabido por todos que es bastante carillo así que se nos ocurrió experimentar con estos frutos.

Los echamos en aceite de oliva y los trituramos con la batidora. Dejamos este mezcla macerar durante un mes y medio agitándola de vez en cuando y pasado este tiempo nos pusimos manos a la obra.

Lo primero fue colar la mezcla, para ello utilizamos un chino y lo dejamos escurrir toda la noche. Por la mañana teníamos el aceite listo, con algunas motitas pero listo al fin y al cabo.

Utilizamos una receta muy sencillita añadiendo solo aceite de coco para la espuma:

- 260 gr de aceite de oliva macerado con los escaramujos

- 30 gr de aceite de coco

- 37 gr de sosa

- 96 gr de agua

Añadimos en la traza un poquito de colorante blanco y rojo con la idea de que quedaran de color rosa.

El resultado fue inesperado y más bonito de lo que pensábamos pues las motitas que quedaron en el aceite dotaron al jabón de un color marrón que se fue distribuyendo de forma irregular y le dio un aire antiguo de lo más original.

Margaritas con aroma a Naranja

Después de estar una semana pensando solamente en producir, producir y producir, me he quedado con ganas de seguir haciendo jabones sin poder esperar al fín de semana para hacer alguno nuevo las dos juntas.

Se me ocurrió hacer unas florecitas en color amarillo y aroma a naranja y así lo hice. Son muy bonitos e ideales para decorar en el baño o para lavarse las manos, por supuesto.

La fórmula que he utilizado esta vez es la que más me gusta y de la que ya hemos apuntado la receta, es decir, aceite de oliva y coco. La diferencia está en el color y en el aroma.

¡espero que os gusten!

Jabón de Aguacate

Llevaba tiempo queriendo hacer jabón de aguacate y qué mejor que el verde para darle color.

El aceite de aguacate es estupendo para hidratar la piel y no engrasa porque se absorve rápidamente. Su composición es muy parecida a la grasa de la piel por lo que se utiliza para pieles resecas y escamosas. Otra de sus propiedades es que tiene mucha vitamina E (además de A, B y D).

También hemos utilizado manteca de karité que es un regenerador celular natural, previene el envejecimiento de la piel además de ser muy hidratante y nutritiva. Tiene propiedades suavizantes y reestructurantes en arrugas y estrías.

Todo el jabón lleva la misma receta pero lo hicimos en dos tiempos. Primero una tanda que separamos en dos recipientes. En el primero utilizamos dióxido de titanio para darle color blanco y en el segundo amarillo y azul ultramar. Primero volcamos en el molde la parte blanca y después la verde. Utilizamos la técnica de la percha para los dibujitos.

Después hicimos otra tanda de jabón, esta vez con la mitad de ingredientes y la coloreamos con más dióxido de titanio que a la primera para contrastar. Como la primera parte del jabón ya está durita no se mezclarán los colores, aún así volvimos con la percha para que no quedara un dibujo muy plano.

Esta es la receta:

350 gr. Aceite de oliva.
90 gr. Aceite de aguacate.
45 gr. Aceite de coco.
45 gr. Manteca de karité.
67 gr. Sosa.
174 gr. Agua.

Y para el aroma utilizamos aceite esencial de Litsea Cubeba.

Está claro, nos gusta el azul

Estos jabones son muy fáciles de hacer, llevan una receta que utilizamos muy a menudo.

La forma de hacer los dibujos es muy sencilla. Separamos la mezcla en dos partes, en una añadimos dióxido de titanio para que quedara más blanca y en la otra azul ultramar. Se utiliza un molde plano y se van añadiendo las mezclas a rayas alternativas, una azul y otra blanca.

Una vez que hemos volcado toda la mezcla en el molde se utiliza un palo y se pasa de un lado a otro del molde en perpendicular a las rayas, primero en una dirección y luego en otra.

Una vez endurecido el jabón se desmolda y se corta con un cortapastas.

Rosquillas con anís

Para estos fines de semana que están viniendo tran fríos os animo a hacer unas rosquillas para la merienda o el café de la tarde. Son muy fáciles de hacer, incluso para las que no somos unas grandes cocineras (a mí me recuerdan a mi madre y me traen unos gratos recuerdos de la infancia). A los niños les encantan y se divierten mucho haciéndolas. Mis hijas se encargaron de darles forma a las rosquillas y de echarlas el azúcar, ¡fueron las primeras en probarlas!.

- 2 huevos

- 6 cucharadas de leche

- 6 cucharadas de aceite

- 2 cucharadas de anís

- 100 gr. de azúcar

- 15 gr. de levadura

- ralladura de corteza de limón

- 375-400 gr. de harina

Separamos las yemas de las claras y montamos éstas últimas a punto de nieve. En otro recipiente echamos las yemas, la leche, el aceite, el anís, el azúcar y la ralladura de limón y lo mezclamos bién. Una vez mezclado le añadimos las claras montadas.

Mezclamos la levadura con el harina y lo vamos añadiendo poco a poco a la mezcla. Cuando la masa empieza a endurecerse la trabajamos con las manos.

Aunque no hace falta reposar la masa para poder hacer las rosquillas, yo la dejo media hora aproximadamente.

Se fríen en abundante aceite.

Cuando se sacan del aceite se deben dejar sobre papel absorbente. Antes de que se enfríen, se espolvorean con azúcar normal o glas, depende de gustos.

Os animo a hacerlas, lo pasareis muy bien y se hacen en un ratito.

Jabones Freddy

Este fue el resultado de nuestro primer refundido de jabón: Yo lo llamo Freddy Krueger porque tiene un aspecto igual que la cara del malo de Elm street, aunque a diferencia de él, lo bueno está en el interior.

Habíamos hecho un jabón que en nuestras cabezas iba a quedar tan bonito... violeta y blanco, sí sí, he dicho violeta, y con olor a lila ¡hum!

Bueno, pues ni que decir tiene que la imaginación y la realidad no tuvieron nada en común. Además de feo se cortó ¿¿¿y qué leches le ha pasado al tinte??? vamos, que quedó hecho un asco, y como las Serrano no tiramos nada... ¡a refundir! Y para qué esperar si ya se veía que no iban a ninguna parte.

Lo refundimos al baño maría, añadimos un poquito de agua porque estaba muy espeso y cuando finalmente tuvo la consistencia adecuada lo pasamos a los moldes. Primer error, utilizamos unos moldes muy pequeños. El jabón refundido no tiene esa textura de natillas que tienen los jabones al alcanzar la traza, son gomosos, difíciles de manejar y tienden a hacer pompitas en su interior.

Nota para el segundo intento. Utilizar un molde grande para poder apretarlos bien y que pierdan todo el aire.

Clásicos azulitos

Estos jaboncillos los hemos hecho con la receta que más nos gusta. Es nuestro clásico, quedan duritos, hacen muchas burbujitas y nunca falla.

En la traza añadimos dióxido de titanio para que quedara blanco y lo volcamos en el molde. Dejamos un poquito de mezcla apartada y añadimos azul ultramar para hacer los dibujillos.

La receta que utilizamos es la siguiente:

- 200 gr aceite de oliva

- 20 gr aceite de coco

- 25 gr aceite de almendra

- 31 gr de sosa
- 81 gr de agua